Es el Fin de la UE?

La Unión Europea nació con el propósito de acabar con los terribles enfrentamientos militares entre vecinos que culminaron con la Segunda Guerra Mundial. Mucha agua corrió bajo el puente desde los años 50, década que presenció el nacimiento de La Comunidad del Carbón y el Acero, hasta la década de 1990, que fuera testigo de la firma de dos de los tratados más importantes: Maastricht (Tratado de la Unión Europea) en 1993 y; Ámsterdam en 1999. Y digo que mucha agua corrió bajo el puente porque Europa tuvo que afrontar retos muy grandes: la Guerra Fría, la caída de gobiernos nacionales de ultra derecha y de ultra izquierda (así como sus transiciones), la caída del muro de Berlín, entre otros.

Europa sacrificó mucho para avanzar en favor de la integración, obteniendo a cambio logros importantes. En 1986, con la firma del Acta Única Europea, se dio luz verde a la eliminación de trabas a la circulación de mercancías a través de las fronteras de la UE, dando inicio así al “Mercado Único”, proceso que concluye en 1993 con la creación del mercado único con las “Cuatro libertades” de circulación: De mercancías, servicios, personas y capitales.

El mundo fue testigo del resurgimiento de Europa y del resurgimiento de los principales países miembros volverían a tomar un nuevo protagonismo en el ámbito de las relaciones internacionales.

¿CRISIS EN LA UE?

Todo ello cambió el año 2008, año en que el Mundo se vio remecido por la crisis económica que fue comparada con el Crack de 1929; sin olvidar el reto a la seguridad internacional que significó el ataque a las Torres Gemelas (11.09.01). Es a partir de estos sucesos que el mundo entero, y Europa en particular, se vio obligado a enfrentar a una realidad maquillada por una aparente prosperidad; prosperidad que fue promovida por el Estado de Bienestar, el exceso y la codicia de la especulación financiera que significó la crisis más profunda del capitalismo como modelo de desarrollo, así como el laxo tratamiento que se le dio a los conflictos de turno en el Medio Oriente.

Recientemente la crisis se vio agravada con el referéndum que decidió la salida del Reino Unido de la UE (conocido como el BREXIT) y con el triunfo electoral del magnate de los negocios Donald Trump, quien diera un sorpresivo revés en las últimas elecciones en los Estados Unidos.

Jean Claude Juncker, Presidente de la Comisión Europea, señaló que la UE enfrenta una crisis existencial debido a que la promesa del Estado de Bienestar se resquebraja, sumado a que muchos derechos y libertades son cuestionados por algunos gobiernos de los países miembros y a la profunda crisis de los partidos políticos europeos quienes han perdido legitimidad debido al hartazgo de la gente que no siente que los problemas cotidianos sean resueltos así como los escándalos de corrupción en los que se encuentran envueltos.

¿EL FIN DE LA UE?

Actualmente podemos encontrar en las redes sociales información relacionada a lo que viene ocurriendo en la UE. No sirve de mucho realizar un análisis dando por hecha su desaparición. Antes que el fin, estamos frente a un escenario retante que exige un replanteo sobre las estructuras de la UE, sin que ello implique el fin de la misma; esto último ha sido visto con preocupación debido al resurgimiento de las propuestas nacionalistas de ultra derecha que existen desde el surgimiento del romanticismo europeo que originó el Fascismo.

Importante expectativa es la que despierta las próximas elecciones que se llevarán a cabo en Francia, Alemania y Holanda. A la fecha los candidatos ultra nacionalistas Marine Le Pen (Francia) y Geet Wilders (Holanda) lideran las encuestas, lo que incrementa la situación de incertidumbre debido a los discursos que acusan la problemática que ha generado la política de “puertas abiertas” a los inmigrantes de países en guerra, donde además participan los Estados más importantes de la UE; hasta la decisión de favorecer una salida de la UE debido al fracaso económico generado por la excesiva regulación creada desde Bruselas. El triunfo de Le Pen en Francia significaría un serio debilitamiento para el propósito integracionista. No menos preocupante es la situación en Italia que, tras la derrota de su ex Primer Ministro Matteo Renzi quien buscó una reforma constitucional, aceleró el proceso de elecciones que tiene como principal favorito al candidato nacional-populista Beppe Grillo (cómico, actor y político Italiano).

Al escenario de incertidumbre debemos añadir la participación desestabilizadora del Presidente Trump y del presidente Vladimir Putin. Sobre éste último pesan serias acusaciones por haber intervenido indirectamente en las elecciones norteamericanas en favor de Trump a través de Hackers y la propagación de noticias falsas en la Web. El Estado Alemán acusa la posible intervención de la Inteligencia Rusa y norteamericana en favor del partido “Alternativa por Alemania”, partido de ultra derecha de ideología euro escéptica y xenófoba.

Frente a esta amenaza encontramos a la Canciller Alemana Angela Mérkel, considerada como la única alternativa posible de hacer frente a la ola populista y nacionalista que amenaza a Alemania y al proyecto de la UE. Merkel ha sido fuertemente criticada por su política de apertura en favor de los inmigrantes provenientes de países en conflicto militar tales como Siria, Irak y Afganistán. A pesar de las críticas Merkel ha decidido postular nuevamente y por el momento se encuentra liderando las encuestas. Merkel asumió el liderazgo en favor del proyecto Europeo durante la crisis económica que se desató el año 2008, promoviendo políticas de ajuste económico que fueron tomadas con poca simpatía en España, Portugal, Francia y Grecia. A pesar de todo consiguió que Alemania se mantuviera sólida (política y económicamente) durante su mandato, ello le ha significado la simpatía y confianza del electorado y hoy por hoy es vista como la única líder Europea con capacidad de negociación y liderazgo para replantear y sacar adelante a la UE frente a la amenaza proteccionista y nacionalista que lidera el Presidente Trump a nivel de política internacional.

¿CÓMO NOS AFECTA A LOS PERUANOS?

Para la Cámara de Comercio Francia-Perú, la UE es el tercer socio comercial de Perú en términos de importaciones (máquinas y equipos de transporte) y el principal destinatario de sus exportaciones (combustibles y productos mineros). El Tratado de Libre Comercio entre la UE y Perú que entró en vigor en marzo de 2013, constituyó una oportunidad importante para las exportaciones peruanas agrícolas y acuícolas que representan ya casi 1/3 de todas las exportaciones del país hacia la UE. El comercio UE – Perú se ha incrementado en estos últimos años y las exportaciones alcanzaron 4,900 millones de euros en 2013, lo que corresponde al 16 % de las exportaciones peruanas. A ello podemos agregar la implementación del Acuerdo entre Perú y la UE para exonerar a los peruanos del trámite de la visa Schengen para ingresar a Europa como turistas, dinamizando así el tránsito de personas.

Desde la Colonia, Europa siempre ha sido fuente de referencia en el plano económico, cultural, social y político. La reciente crisis de partidos políticos en Europa ha encontrado eco en nuestro país. En lo económico la crisis tuvo un impacto en nuestro mercado laboral y financiero, ya que mucha de la mano de obra calificada se vio obligada a migrar hacia este lado del mundo. En lo social basta con preguntar quién no tiene algún familiar o amigo que haya tomado la decisión de buscar una oportunidad mejor en Europa; créanme que el triunfo de alguno de los candidatos nacionalistas que exaltan la intolerancia y la xenofobia, influirá en la vida de nuestros compatriotas allá. No olvidemos que hace tan sólo 77 años esta misma corriente Nacionalista tomó el poder en Europa bajo contexto no tan distinto: Crisis económica, política y social que aparentemente exigió la presencia de un Estado mucho más fuerte a cambio de la entrega de libertades fundamentales.

No anuncio la llegada del Armagedon, pero tengamos presente que algunas veces la historia es misteriosamente cíclica, más aún cuando se empecina en querer que aprendamos las lecciones que no terminamos de aprender. Invito al lector a reflexionar: Cuál fue el resultado que la humanidad obtuvo cuando se pretendió dividir al mundo en humanos “superiores” y humanos “inferiores”? Hacia dónde nos dirigió el argumento que promovía defender lo “nacional” frente a la amenaza de lo “extranjero”? Es posible resolver los retos globales a través de medidas radicales?